Domingo, 14/01/2018.
Lo que comenzó como una ida a la casa con piscina de una de mis amigas, se convirtió en una escapada a la playa, y en uno de los mejores días de lo que va de año.
Me embarqué con cinco de mis mejores amigas en un corto viaje por carretera; para nuestra fortuna, no hay que ir demasiado lejos desde Caracas para conseguir la costa. Estuvimos un par de horas cantando, riendo, intercambiando anécdotas. Al principio no estábamos del todo convencidas acerca de ir a la playa (al menos no todas nosotras), pero al llegar a casa de mi amiga y conseguir la piscina vacía, no teníamos muchas otras opciones.
El camino hasta el mar estuvo lleno de más canciones; no hay nada como cantar a todo pulmón las mejores piezas de los Jonas Brothers. Un par de historias de Instagram más tarde, llegamos a Puerto Francés, una pequeña pero bonita playa en Higuerote. Conseguimos un toldo bastante rápido (y no resultó tan costoso como esperábamos). De ahí en adelante, todo fue fotos, risas y muchos comentarios fuera de lugar. El agua estaba tal como me gusta: lo suficientemente fría como para refrescar el calor, lo suficientemente honda para nada, lo suficientemente agitada para jugar con las olas. Estuvimos allí algunas horas y luego regresamos a nuestras casas. Tal vez suene como un día de playa cualquiera, y probablemente lo fue, pero lo disfruté tanto que quedará por siempre en mis recuerdos.
El camino hasta el mar estuvo lleno de más canciones; no hay nada como cantar a todo pulmón las mejores piezas de los Jonas Brothers. Un par de historias de Instagram más tarde, llegamos a Puerto Francés, una pequeña pero bonita playa en Higuerote. Conseguimos un toldo bastante rápido (y no resultó tan costoso como esperábamos). De ahí en adelante, todo fue fotos, risas y muchos comentarios fuera de lugar. El agua estaba tal como me gusta: lo suficientemente fría como para refrescar el calor, lo suficientemente honda para nada, lo suficientemente agitada para jugar con las olas. Estuvimos allí algunas horas y luego regresamos a nuestras casas. Tal vez suene como un día de playa cualquiera, y probablemente lo fue, pero lo disfruté tanto que quedará por siempre en mis recuerdos.
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