SINOPSIS
Una Alemania devastada por la guerra.
Cuatro jóvenes. Cuatro oscuros secretos.
Vienen de diferentes tierras, pero cada uno de ellos es perseguido, y hechizado, por tragedias, mentiras... y guerra.
Cuando miles de refugiados acuden a la costa, desesperados por escapar de los avances del Ejército Rojo, los caminos de cuatro jóvenes convergen. Todos están esperando abordar el Wilhelm Gustloff, un barco que promete seguridad y libertad.
Sin embargo, no todas las promesas se pueden mantener.
RESEÑA
Me adentré en este libro sin tener idea de sobre qué iba. De hecho, no fue sino hasta que comencé a leerlo que me di cuenta de que se trataba de una novela de ficción histórica. Un hurra por mí, la última experiencia que tuve con ficción histórica no fue precisamente la mejor del mundo. Básicamente, compré este libro porque el nombre me sonaba y la portada me llamaba. Argumentos para nada convincentes, lo sé, pero cuando estaba en la librería buscando qué libros llevarme a casa parecieron ser suficiente.
Para mi fortuna (y haciéndole justicia a las 7.99£ que pagué por él), el libro me enganchó desde el comienzo. Está estructurado de manera de que la historia va siendo narrada en primera persona por los cuatro protagonistas: Joana, Florian, Emilia y Alfred, de forma alternada, en capítulos que no exceden las cuatro páginas. De hecho, cada uno de los primeros cuatro capítulos comienza con una frase que, si bien tiene la misma base de las otras tres, es diferente para cada personaje y te da la primera pista acerca de sus respectivas historias. En el instante en el que capté ese sutil pero significativo detalle, me entregué por completo a la lectura.
La culpa es un cazador.
El destino es un cazador.
La verguenza en un cazador.
El miedo es un cazador.
Desarrollada en el invierno de 1945, en plena Segunda Guerra Mundial, la historia narra cómo estos cuatro jóvenes intentan sobrevivir a las inclemencias del clima, la falta de alimento, el acecho del ejército ruso y, sobre todo, a sus propios demonios. Cada uno de ellos carga con un secreto que, están seguros, sería el fin de sus vidas si llegara a revelarse. Mientras tanto, hacen sus caminos hacia el Wilhelm Gustloff, una enorme embarcación que los alemanes han habilitado para que miles de refugiados logren escapar y llegar a tierras más seguras, donde podrán reunirse con sus familiares e intentar reconstruir sus vidas en espera de que la guerra acabe.
LOS PERSONAJES
Joana. Joana es una enfermera procedente de Lituania a quien, al poseer familia alemana por la rama de su madre, le fue permitido repatriarse y por lo tanto escapar de las penurias a las que fue sometido su pueblo natal. No recuerdo si mencionan su edad, pero me figuro que debe tener alrededor de 22 años (¡mi edad!). A pesar de ser tan joven, es muy diligente y abocada a su oficio. Es una líder natural; dirige un pequeño grupo de refugiados en su recorrido hasta el puerto de Gotenhafen, velando en todo momento por su seguridad y bienestar. Es perseguida por un sentimiento de culpa por algo de su pasado, algo que dejó atrás con su salida de Lituania. Es el personaje más fuerte de toda la novela.
Florian. Florian proviene de Prusia, y su secreto es sin duda el más grande y peligroso de todos. Tiene 20 años y carga consigo un paquete que podría cambiar el curso de la humanidad -o de la guerra, por lo menos. Lo conocemos como un viajero solitario, decidido, sediento de venganza. En su mente sólo hay un objetivo y ha trazado el plan perfecto para llevarlo a cabo. Una herida es la responsable de su integración al grupo de viajeros liderado por Joana, y aunque en más de una ocasión intenta desligarse de ellos, hay más de una razón que lo llevan a mantenerse junto a ellos.
Emilia. Emilia es la más pequeña de nuestros protagonistas. Tiene 15 años y las facciones de la raza aria, lo que la ha ayudado a ocultar su verdadera nacionalidad: polaca. Si el ejército alemán llegara a descubrirla, sería su fin. Pero esto no es lo único que intenta ocultar. Hay algo más grande y oscuro que arropa su pasado, presente y futuro. Algo que ha camuflajeado con sus propias ilusiones. Es rescatada por Florian de una muerte -casi- segura en el bosque helado, por lo que asume una posición de profundo agradecimiento y -casi- total dependencia. Sus pensamientos y reflexiones son los más dulces y sentimentales, todavía bañados de la inocencia de una niña, pero salpicados de la madurez obligada a la que la ha empujado la guerra.
Alfred. Alfred es un soñador. A pesar de su corta edad -apenas 17 años-, pertenece al ejército alemán, y es uno de los encargados de trabajar en los preparativos del zarpe del Wilhelm Gustloff. Siempre ocupado en sus labores, prefiere pasar el tiempo redactando en su mente cartas para su amada Hannelore, a quien le cuenta cómo es su día a día como integrante de la marina y al servicio de su admidaro Hitler. Al principio, Alfred no parece encajar demasiado en la historia. Pero a medida que ésta avanza se va haciendo más claro su papel en la misma... y los problemas y secretos que lo acosan.
Además, hay una serie de personajes secundarios muy bien elaborados. Un catálogo de personalidades divertidas, adorables, inteligentes y fascinantes con las que te encariñas inevitablemente (y luego la autora los asesina, gracias Ruta).
OPINION
Lo que me mantuvo atrapada en la historia fue, sin duda, la expectativa de descubrir cuáles eran los secretos que ocultaban estas personas. Al principio todo era muy difuso y había pocos indicios sobre quiénes eran ellos y qué los había llevado hasta donde estaban, pero a medida que la narrativa va avanzando todo se fue revelando. También fue fascinante ver cómo poco a poco se iban cruzando sus caminos y cómo iban tejiendo relaciones entre ellos, hasta el punto en el que cada uno se convirtió en crucial para la vida de los otros.
El hecho de que los capítulos sean cortos facilita la lectura y ayuda a mantener el interés en la historia. Además, como cada capítulo es relatado por un personaje diferente, tienes la oportunidad de conocer el mismo evento desde diferentes puntos de vista. Admito que no pude evitar sentir preferencias por la narrativa de uno u otro personaje, dependiendo del punto de la historia en el que me encontraba. Florian y Joana mantenían el suspenso y la acción, Alfred aportaba el toque gracioso y Emilia llenaba las páginas de sentimiento. Si debo escoger a alguno de ellos, creo que me quedaría con Florian.
Nunca he sido fan de la historia universal, ni de la geografía, por lo que ubicarme en el contexto fue un poco complicado para mí. Más de una vez tuve que recurrir a los mapas que (gracias a Dios) están dibujados al inicio y final del libro, y a medida que leía me iban surgiendo varias dudas que luego tenía que mitigar investigando en Internet. Pero supongo que eso es parte de la magia de leer, te lleva a conocer mundos de los que no tenías ni idea. Y eso es algo que ha coincidido en mis escasas experiencias con novelas históricas: despiertan mi interés y me dejan con ganas de saber más.
Es una historia llena de acción y expectativas, misterios y secretos, peligros, problemas y soluciones. Te mantiene intrigado en todo momento. Hay espacio para el miedo, pero también para la determinación. Los personajes son profundos y se complementan los unos a los otros de maneras inusuales. Hay amor, en sus diferentes manifestaciones, pero también odio y rencor. Finalmente, es una historia que desgarra corazones. Los hechos son tan crudos y realistas que no puedes evitar sentirte desesperanzado y derramar lágrimas de impotencia por la crueldad de la guerra y todas las preciosas vidas que se llevó entre sus sangrientas manos.
A este libro le di 4.5/5 estrellas. Una puntuación excelente y bien merecida. Es el primer libro que leo de la autora y me dejó un muy buen sabor de boca. Tengo muchas ganas de leer Between Shades of Gray (por algún lado leí que las historias están conectadas). Sin duda alguna, no será lo último de Ruta Sepetys en mi librero.
