Amor es todo lo que necesitas

Amor es todo lo que necesitas. ¿Qué es lo más importante del amor? ¿Entregarlo? ¿Recibirlo? ¿Sentirlo? ¿Es ese amor puro e incondicional que sientes por tu familia el más importante, o el que aprendes a sentir poco a poco por las personas con las que te rodeas cada día? No hay manera de medir los tipos de amor: cuando son sinceros, todos son grandes por igual.


Amor es todo lo que necesitas. Pero, ¿dónde se consigue? En la sonrisa de tu mejor amiga cuando dices algo estúpido. En el desayuno que te prepara tu madre cada mañana, aunque sea siempre el mismo. En los brincos de alegría que da tu perro cuando te ve llegar. En las bendiciones que te echan tus abuelos. En los abrazos de tus compañeros luego de un largo período sin verse.

Amor es todo lo que necesitas. ¿Y el amor propio? ¿Dónde queda? ¿Es igual de importante? Mucho dicen que para amar a otros primero debes aprender a amarte a ti mismo. Para mí, mientras más aprendes a amarte, más amor te permites das y recibir.

Amor es todo lo que necesitas. Y este amor, ¿en dónde está? En el esfuerzo que le dedicas a tus labores y en la satisfacción que sientes al ver que tu esfuerzo rinde frutos. En el tiempo que inviertes haciendo aquellas cosas que alegran tu alma. En los pequeños gustos y regalos que te das al final de la jornada. En cómo te sientes cuando te miras en el espejo, incluyendo el espejo emocional. En cuántas veces ríes al día. En tus meditaciones diarias. En lo que creas en tu mente. En lo que construyes con tus manos. Y, sobre todo, en las cosas que estás dispuesto a hacer para, cada día, acercarte más a la persona que quieres llegar a ser.


Amor es todo lo que necesitas. O tal vez no lo sea. Pero sí es aquello que llena una buena parte del frasco, que te acompaña durante buena parte del camino.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

My Instagram